El jueves 31 de julio, el candidato presidencial del FMLN logró convocar a unas mil 200 personas interesadas en escucharle y dispuestas a pagar 15 dólares por ser parte de la reunión. La actividad, organizada por los Amigos de Mauricio Funes, sirvió de paso para que este grupo de ciudadanos hiciera una especie de autopresentación en sociedad. Y a pesar de que el imán efemelenista fue la estrella de la noche, lo que no hubo ahí fue la parafernalia del partido, la iconografía del FMLN. Era una fiesta de los Amigos de Mauricio Funes, no los del FMLN.
Sergio Arauz
Comenzaron a llegar antes de las 6 p.m., con trajes oscuros y vestidos de gala. Los estacionamientos del Hotel Sheraton Presidente comenzaron a llenarse de carros lustrosos -muchos todoterrenos- de los que salían personas que parecían ir vestidos como para una boda. Lo único que podía delatar a las personas que llegaban a escuchar la charla del candidato presidencial del FMLN era el color rojo de una estrellita en uno de los lados de la tarjeta de entrada.
La actividad política, sin embargo, aspiraba a no ser partidaria. Y no hubo mucho rojo y, si lo hubo, fue muy discreto. Los que llegaban no eran los dirigentes del FMLN. Ni un alcalde, ni un diputado, ni un miembro de la Comisión Política y ni una bandera del partido.
El Movimiento Ciudadano Amigos de Mauricio Funes, como se llama oficialmente a la organización surgida hace más de un año, tiene cuatro sectores y ya está organizada al punto de tener directivas departamentales. El 31 de julio salió a la luz el sector profesional, que se reúne cada martes en un afán de preparar planes para nutrir el grupo con más miembros.
Ese jueves, la mayoría de los mil 226 asitentes que confirmaron los organizadores -El Faro hizo un estimado de mil 200- no parecían efemelenistas. Cada una de las personas pagó 15 dólares. Casi todas las entradas -unas mil 100- se habían vendido con anticipación. Si los mil 226 asistentes pagaron su entrada, el sector de profesionales recaudó esa noche unos 18 mil dólares.
Edecanes vestidas de blanco con negro recibían a los asistentes. No todos tenían el mismo recibimiento. Los de más valía -por su cargo o popularidad, quizás- eran escoltados a los sitios ubicados frente a la mesa de honor. Las modelos lucían un logo que consistía de una discreta M roja unida a una también discreta F que abajo llevaba un “Amigos de Mauricio” igual de discreto.
En la reunión hubo rostros para ver y rever. Uno de ellos, el del general Juan Orlando Zepeda, representante de la empresa MIDES, famoso por ser un miembro de la promoción de oficiales del ejército conocida como “La Tandona”, cuyos miembros han sido históricamente vinculados a violaciones a los derechos humanos. Zepeda fue viceministro de Defensa y jefe del Departamento de Inteligencia de la Fuerza Armada durante la guerra intestina de los años 80s. Su nombre está atado al combate de la guerrilla del FMLN y es uno de los señalados como parte de la conspiración que terminó con el asesinato de seis sacerdotes jesuitas en 1989 y de dos de sus asistentes.
El general se presentó de traje civil, como la mayoría de los asistentes, y acaparó la atención de los periodistas, a los que dijo que llegaba como empresario a ver y a escuchar: “Las alcaldías del FMLN son nuestro principal cliente, y es necesario escuchar el planteamiento del candidato Funes. Cabe aclarar que no pertenezco al movimiento Amigos de Mauricio”, precisó.
Por ahí apareció también uno de los dirigentes del sector de transportistas, Rodrigo Contreras Teos, ex candidato a alcalde de San Salvador por el PDC. Éste, a diferencia de Zepeda, sí dijo ser ya un seguidor del candidato presidencial del FMLN y parte del movimiento. “Lo del PDC fue una mala experiencia, coyuntural, prefiero no recordarlo”, dijo.
El magistrado Marcel Orestes Posada llegó a escuchar el discurso del candidato, que se titulaba “El rol del profesional en el nuevo gobierno”.
Álex Segovia, asesor económico de Funes, asegura que el único fin del movimiento es fortalecer la candidatura del ex periodista buscando más afiliados día a día. Cuando se le pregunta si los Amigos de Funes proponen contenidos para un programa de gobierno o si se cruzan con militancia del FMLN, da a entender que no. “Se reúnen cada semana a organizar eventos”, aclara.
El candidato efemelenista dice no saber cuántos seguidores reúne el movimiento. “No puedo decir cuántos son, no tengo idea”. Sí admite que en un primer momento no se pensó en crear estructuras. En eso está cuando un integrante interviene y alega que son “miles y miles en cada departamento.” Funes le aclara: “En Santa Ana hay 200 o 300, podría ser que en Chalatenango haya 10 o 20”.
El movimiento ha aportado algunas propuestas, agrega Funes. Como una realizada por profesores de educación física, y otra del sector de transporte público, en la que estuvo Rodrigo Contreras Teos.
Antes de que Funes hablara, el organizador del encuentro, Carlos Alfaro, un contador, dijo que se había metido al movimiento porque cree en las capacidades del candidato. Alfaro se sentó a la mesa de honor junto con Gerardo Cáceres -de quien todos dicen es el rostro principal de los Amigos de Funes-, Álex Segovia, el candidato y la esposa de este. Cáceres se rehusó a dar declaraciones.
En su discurso de 44 minutos, incluyó una aclaración sobre los dos tipos de simpatizantes que se agrupan tras su candidatura: los del FMLN y los “amigos”. “No nos debemos hacer bolas, ni buscarle cinco pies al gato, no hay que buscar problemas donde no los hay. Estamos empujando el mismo carro con el FMLN.”
Los Amigos de Funes están organizados en cuatro sectores: juventud, profesional, campesino y mujeres. A ellos se suman gremios o grupos como el de salvadoreños en el exterior y el de medianos y pequeños empresarios.
“Inicialmente no vimos la necesidad de darle estructura, pero luego vimos la necesidad de hacerlo, porque, por ejemplo, en el exterior han comenzado a funcionar movimientos y han fundado páginas web, algunos están colectando recursos y sin darnos cuenta nosotros. Entonces vimos la necesidad de darle estructura y organizarlo por sectores”, dice Funes.
Unas semanas antes de la reunión del jueves, un grupo de señoras, “Las Amigas de Mauricio Funes” -sector femenino-, tuvieron una reunión con el candidato en el Club Árabe. El movimiento de amigas del candidato está conformado por mujeres profesionales. En ese entonces lo esperaron por casi cuatro horas, en un salón donde tampoco hubo efemelenistas ni símbolos oficiales del partido
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